"Perturbadora; difícil de ver; lío de tres pares de narices; ida de olla" son algunas de las definiciones de algunos de los que ya la han visto, al menos durante los tres primeros capítulos, y que no van sobre aviso tras haberse leído el libro.
American Gods es un reflejo de la idiosincrasia mitológica de la -ecléctica- sociedad estadounidense, la que se formó con los dioses y costumbres autóctoctonas, las que cruzaron el charco en los barcos de los colonos y aquellos elementos que en el último siglo les han ido arrebatando su importancia en occidente.
Basada en el bestseller homónimo de Neil Gaiman, en el que se mezcla el folclore americano con los dioses antiguos y nuevos, American Gods narra las aventuras y desventuras de Shadow Moon, un jugador y trilero que parecía haber sentado la cabeza tras conocer y casarse con su esposa Laura. Pero todo cambia cuando Shadow entra en la cárcel, aunque a decir verdad, lo hace cuando sale. Laura muere en un accidente de tráfico junto con el mejor amigo de Shadow justo el día que este es liberado de prisión. En shock, decide volver a casa para enterrar a su esposa pero en su camino de regreso se topará con Mr. Wednesday... que le ofrecerá consuelo ofreciéndole trabajo. Pero Shadow ni se imagina de qué tipo de trabajos se trata...
Con un elenco tan variopinto y de calidad como Gillian Andersen (The fall, Expediente X), Ian McShane (JdT, Ray Donovan, Deadwood) o Pablo Schreiber (Orange is the new black, The wire), que encarna una diversa cantidad de personajes como dioses o seres mitológicos, el entretenimiento y el interés irán creciendo a medida que avanza la serie.
Si bien es cierto que, como se decía anteriormente, los 3 primeros capítulos pueden disuadir a cierto tipo de público, por el galimatías generalizado del inicio, la serie va enganchando a medida que pasan los capítulos. Una de las series del momento sin duda. Se recomienda leer el libro.
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